domingo, 30 de enero de 2011

" Diapositivas A Todo Color "

Son las seis y media de la mañana, me he levantado de forma repentina.
Necesito escribir … no hay nada mejor después de un coma tan profundo al cual se ven sometidos mis sentidos a cada anochecer.

Observo la taza de café que se extenúa ante mi, cuyo aroma un tanto amargo pero dulce a la vez impregna la sala con un perfume denso y empalagoso hipnotizándome como hacen los encantadores de serpientes.
Yo soy la serpiente y danzo al son de esta agridulce fragancia que parece poseerme en esta fría mañana, forrándome de un cálido y tierno aroma mas propio de un bar que de una simple e insignificante cocina.

Tras esta danza prematura me postro en mi silla, una sonrisa un tanto pícara se dibuja en mi rostro mientras rodeo con delicadez la taza de café humeante… La rodeo como esa esencia  me rodea a mi, confiriéndome así un aura de serenidad , como la que conservan los mártires en las llamas del infierno.
Es ahí cuando , con una parsimonia déspota, miro por la ventana y me asombro súbitamente con la incalculable, clara y alboreada mañana.
Reflejos violetas, rosas, naranjas se incorporan, como en una paleta de pintura, a un cobalto cielo.
Examino, curioseo, contemplo de forma descarada y extenuada sus límites aún teniendo conocencia de que no los hay.

Acometiendo así, de forma instintiva y meticulosa, esbozos en el cielo, como un pintor veleidoso crea sus bocetos, jugando con los colores de forma irremediable cual niño encaprichado anhelando de esta forma conquistar un horizonte mudo.
Ilustraciones a todo color de momentos vividos, de momentos futuros, de oportunidades y de desengaños, de hilaridades y de desencantos, de vidas ajenas y de vida propia… de vida y de muerte, hasta así construir acontecimientos extraordinarios, recuerdos por así decirlo.
Recuerdos de los cuales surgen mundos hasta entonces insospechados… Allí me encuentro exhalando el perfume de autenticidad que inspiran mis recuerdos, observando la belleza fulgurante que llevan dentro; ser Un Maestro, Un Guía, Una Divinidad; alcanzando con el espíritu esferas inaccesibles, penetrando, a escondidas, en los laberintos de la inspiración, acariciando la genialidad con la punta de los dedos, gozando infinitamente del éxtasis que emana de ellos.


De pronto una larga llamarada furiosa se enciende en mi interior, como un grito que se libera por fin, impetuoso suspiro que se apaga tan pronto como se ha elevado.
Entonces me pregunto:
 “ ¿ Y cuando llegue el día en el que me tenga que despedir de ellos - de estos sublimes recuerdos- en mi último, y exhausto, aliento, como le anunciaré a mi Otro Yo - mi Yo más creativo- que es la hora de su desdichado fallecimiento? "

Ese final , también será mi final, porque el testigo muere de no poder dar más testimonio, porque el discípulo muere por el tormento de la pérdida, porque el protector muere por haber flaqueado y el admirador, al fin, muere por adorar un cadáver abocado a la paz de los cementerios… Mi Final…
Pero al revés de lo que pueda parecer, no lamento nada, porque esa parte más creativa que se haya en busca de la belleza soy yo, mi Otro yo y me veo sin duda capaz de reconocer en este silencio que me hostiga el sabor agridulce de la felicidad.

sábado, 15 de enero de 2011

" Maliciosa Complicidad"

 Un olor exótico, peculiar pero familiar se apodera de mi mente.
Me siento en una silla de madera roida por el paso de los años, y como ella todos mis acompañantes parecen tambien carcomidos, atormentados pero pasivos frente a lo que tienen delante. Miradas sin emoción, miradas rápidas pero sosegadas, miradas que más bien parecen estar arrastrando un lastre que observando.
Silencio, silencio puro, limpio, casto, virtuoso e inmaculado ... cual diamante en bruto .
Silencio frio de palabras sostenidas o palabras elevadas y usurpadas por el frio viento de esta noche de invierno.
El humo blanco, que anega el álgido y arcaico cobertizo, me impide ser conciente de lo que realmente pasa...
Silencio de palabras rotas , de murmullos adormecidos y enmudecidos. Todos mirando un punto fijo y a la vez no sabiendo bien bien cual es, todos sumergidos en un mar de pensamientos y reflexiones interiores.
 Mientras tanto en medio de ese mar de olor y sensaciones compradas, algo perturba mi sentido.
En efecto, un gato blanco brinca sobre la otra punta de la mesa, iluminada  por una antigua lámpara de color dorado y de formas extenuantemente sensuales.
A pesar de tal rápida, atrevida y arriesgada, intervención felina, a nadie parece importarle.
A nadie menos a mi, hago un esfuerzo por no adormecerme y dejarme llevar por las suaves caricias del sueño. Mis párpados devienen plomo y bajo ellos mis pupilas se expanden de forma exagerada, mi corazón se acelera cual bomba de relojería, la respiración se aviva y se aligera precipitandose de forma incontrolable.
Siento mi cabeza dar vueltas como si se tratase de una noria de feria. Las imágenes del habitáculo se succeden en mi cerebro y como una película pasan ante mis ojos. Soy la concurrente de mi misma, me veo desde fuera, me observo y me analizo como si yo misma fuese una inocente bestia.
Es entonces cuando abro los ojos y ante mi se halla la figura de lo que parece ser un dios extraviado del Olimpo. Una majestad felina que con un regia inclinación de cabeza parece saludarme.
Sus ojos azules chocan contra mi percepción de las cosas, es imposible no mirarlo y en cambio los demás no lo hacen. Al contrario, se les ve a todos dadivosos de arrogancia.
El gato y yo en cambio parecemos vivir una de especie de simbiosis eclecticista.
Frente a tal situación, decido formular una frase pero me veo incapaz. No obstante el albo gato parece percibir lo que pienso y decide dirigirse hacia mi sucumbada figura.
En esos simples instantes de movimiento, contemplo involuntariamente y de manera fascinante, un ritmo perfecto, una rutilante armonía, una paulatina pero vigorosa elegancia... Brillan sus sombras y reflejadas por la luz tenue de la achacosa lámpara, todo él parece ser un genio vivo de estampa inmortal y de ojos centelleantes como el azul turquesa de un paraíso utópico.
En breves su efímero periplo llega a su fin.
Allí lo tengo a apenas cinco centímetros de mi, observandome de arriba a abajo. Su mirada burlesca podría perfectamente zaherirme, pero no lo hace.
Me postro ante él, me convierto de forma voluntaria en su epígono y esclava.
Esclava de la belleza natural, animal y universal.
Frente a mi inerte ser, esta majestuosa fiera, que parece haber conquistado imperios, decide acomodarse en mi regazo.
Es ahí cuando con un movimiento pausado y untuoso decido acariciarlo.
Caricias que se metarmofosean, cual bellas mariposas, en miradas cómplices y en sonrisas de aprobación.
Aprobaciones perfeccionadas por ronroneos de placer y mansedumbre.
Sólo él y yo desvelando efimeramente un paraje desconocido. Perfilando un horizonte iluminado por la luz de esa lámpara, esbozando un lienzo tierno de extásis amical.
Sólo él... El instrumento de mi celestial liberación en esa noche fría y de silencios muertos.
Sólo yo...Capturando la eternidad en la columna vertebral de mis palabras

" Brebaje De Sensaciones"

Estoy tumbada en el suelo de mi cuarto.
Siento como mis pupilas se dilatan con vehemencia, como si un mecanismo se desatase en mi interior haciendo saltar las alarmas de mi organismo.
Todo da vueltas aunque yo esté completamente desplomada e inmovil en la fría superficie.
Me siento muerta pero a la vez viva y descomunalmente feliz.
De repente, suena una exquisita melodía, una melodía dulce y deleitosa cual golosina superflua, que me transporta de forma ineludible a una atmósfera cálida y fragante.
Una sensualidad tórrida me posée y me siento ligera como una pluma que se mueve planeando y danzando al son de una brisa en plena aurora estival.
En ese aterciopelado escenario mágico, analizo con sumo detalle la sucesión de sensaciones y las dilato lo que dura una frase, una melodía verbal.
Mientras esa sucesión estricta y ritual frisa lo sublime, un celestial aroma se ampara de mi olfato, lo que provoca en mi que mis ojos devengan relampagueantes y mi nariz se vea subyugada por un aroma diabólico pero atrayante, pareciendose así a una disimulada trampa para rodeores.
Es té , una dulce infusión de menta que al provarla hipnotiza mis sentidos.
Allí es cuando ... es cuando caigo en la cuenta de lo que es el deseo, el deseo verdadero, cuando me hipnotiza cogiendo la forma de una serpiente incitandome a morder la manzana, cuando se apodera de mi alma engatusándola por completo hasta el punto de convertirme en una demente.
Pero a mi no parece importarme en absoluto, me siento a gusto en medio de esa atmósfera que nimba sobre mi.
Extiendo los brazos hacia arriba queriendo tocar el techo, pero incapaz de ello aunque a mi me lo parezca.
Miro hacia los lados observandolo todo, analizandolo  sigilosamente, cual león vigilando a su presa. Sonrio una y otra vez , sonrisas que se tranforman en carcajadas espontáneas y efímeras.
Fulguraciones poéticas afloran en mi mente dandoles formas físicas pero irreales.
Subitamente me exhumo en los efluvios de mi alma, el tiempo que me acucia ahora dibuja los contornos de unos rostros familiares y queridos.
Los de mis amigos... Amigos que han estado allí durante una vida , que ha ido de embelesos en ambiciones, de ambiciones en desilusiones y de desilusiones en cinismo...
Amigos honestos, nobles, honrados, sinceros, seguros, devotos, leales y una larga lista de calificativos...
Amigos que dia tras otro me protegen del exceso o, lo que es lo mismo, del abismo, y que sin los cuales no sería lo que soy. 

" L´amitié est la similitude des âmes..." (Alcuin)

" Síndrome De Cotard"


 Soledad. Separación. Desamparo.
Sí sola, es así como me siento en estos momentos en mi habitación alejada de toda realidad.
De repente , perturbando mi humilde aislamiento, un descortés y bizarro golpe suena, y lo que es peor, suena contra mi puerta.
A continuación, y emergiendo de mi profunda desdícha, susurro un " adelante" tímido y sin fuerzas.
La puerta se abre lentamente. Tras ella germina una silueta oscura y de rostro indefinible. 
Al instante me dice:
- Buenos días, soy el amor.
- Y que haces aquí ? le respondo atónita.
- Ya lo sabes... me necesitas para vivir- se apresura a decir.
- No , yo no puedo ser dependiente de un sentimiento tán complicado y desequilibrado- grito intentando demostrar una afirmación imposible que se desvanece en un sin fin de respuestas en dondé solamente existe una verdad ambos conocemos.
- No me mientas, tú y yo sabemos de sobras lo que  está pasando - me declara mirandome por encima del hombro.
- Sí... Tú mi desvergonzado verdugo, es tu culpa ...- afirmo apenada delante de tál verdad.
- ¿ La culpa de qué? - me discute rapidamente.
- De mi ferviente y lunático enamoramiento...- contesto casi llorando.
- Lo sé. Soy tu libertad y tu encarcelamiento, tu fortuna y tu pobreza, tu elixir y tu veneno, tu cura y tu enfermedad. Sí, soy tu cruel patología e incurable- me contesta orgulloso de ello.
- ¿ A que te refieres? ¿ A que eres mortal?
- Sí, pero no mortal fisicamente, sino psicologicamente.
- ¿ Entonces porqué me visitas?
- ¡ Para matarte!
- ¿ Y como piensas hacerlo?- le respondo yo sin importancia alguna por lo que me acaba de decir.
- Con un inocente chasquido de dedos.

En esos diez segundos de reacción, después de tál apesadumbrada sorpresa, me permito cúal amigo fiel hacerle una última pregunta:

- ¿ Esto es a lo que se le  llama " morir por amor" ?

A lo que él con tono seguro y dulce responde:

- Sí

Cierro los ojos y me dispongo a dejarme ejecutar.
Subitamente...¡ CHASK!...
Nada más y nada menos.
Vacío, desierto, vano, vacuo y frívolo silencio.

" Animal Famélico"

Llueve, llueve en el exterior.
Las gotas frías golpean lentamente y sin pausa mi ventana dibujando formas familiares, redondeadas y hasta un tanto sensuales.
Una luz clara y blanquezina se filtra por esta misma ventana, umbral de desasosiegos y de esperanzas congeladas, todas ellas influenciadas por la estacionaria frialdad de la intemperie. Una luz de farola que se refleja en la blanca puerta de mi cuarto.
Yo sentada en mi cama con la mirada fijada en la pared vacía, miro a mi alrededor...Toda mi habitación iluminada por el simple y curioso reflejo de una farola.
En ese silencio puramente bruto de mi humilde habitáculo un ruido como el de un  murmullo llama mi atención.
Busco impaciente el origen de ese sencillo sonido que me perturba.
De repente y sin más, otra vez vuelve a sonar, es ahí cuando me doy cuenta que proviene de las brasas de mi cigarrillo.
Lo entorno y analizo esperando hallar una respuesta a ese amargo silencio que me envuelve.
Seguidamente coloco la boquilla entre mis labios e inhalo el humo dejando que éste emane delicadamente de mi boca.
Humo, humo en el cual se dibujan mil formas, esbozos de recuerdos pasados y de proyectos futuros...
Cuando de repente dentro de mí, una llama parece encenderse e incandescentemente dibuja tu, sabiamente orquestado y minuciosamente mimado, recuerdo que parezco perseguir en el limbo de mi memoria.
Simultaneamente, tu recuerdo, esa gran fiera, toma posesión de mi mente. Esa majestad leonina que penetra en mis pupilas, como entra un cónsul en la arena para ser aclamado, me me derrite el corazón cual hielo bajo el sol abrasador.
En ese extasis, en esa orgía de dulzura azucarada, una chispa de decepción se enciende en lo más hondo de mis pupilas dado a que mi cruel autoengaño llega a su limite.
¿ A quien pretendo engañar si tu no estás conmigo?
- A mi...
y así sobre el lienzo doloroso de mis esperanzas defraudadas, tras estas preguntas y respuestas ; llega con paso imperioso la espera seguida del aniquilamiento que yo con un desdén apenas disimulado he atrevido a sentenciar.
Me niego a sumirme en las mazmorras de tu indiferencia...

" Engranajes Gélidos"

Un frío gélido azota mi ser. Dentro de mi el hinvierno ya ha comenzado, mis pensamientos se ven disuadidos por un viento cortante.
Todo se congela... Mi sangre deviene fría y la siento helarse bajo mi fina piel.
Todo mi carácter se metamorfosea y se transforma en frío, abúlico y extremadamente duro, tanto que aveces soy incapaz de sentir nada.
Ese manifiesto incontrolable hace que  los ojos se me empañen de lágrimas. Lágrimas que caen, pero que a su vez se transforman en copos de nieve,  los cuales son mas ligeros que el aire. ¡ BLANCO ! ¡ BLANCO! ¡ BLANCO ! .
Explosiones sordas, que se suceden a cada vez que estos entran en contacto con el suelo.
Fuera, en el exterior de mi gélida fortaleza, el frío irradiado por ésta , es tan intenso que hasta los pájaros se congelan en pleno vuelo antes de caer contra el suelo.
Paradojicamente y, hasta se podría decir que ironicamente, el sonido que emiten al fallecer es dulce a pesar que se trate del ruido de la muerte.
Pronto la cadencia de ésta congelación va en aumento, lo que provoca que mi corazón se entumezca. Transformandolo así en una humilde e insensible roca.
Pese a este parecido duro y fuerte, mi corazón se ve expuesto a la fragilidad del cristal de Murano.

Allí es cuando entra en juego la amistad.
Una operación delicada, pero como si de los engranajes de un reloj de cuco se tratase. Basta con tocar mi interior con la llema de los dedos, una simple caricia es suficiente.
Solo la sensación de apoyo aveces basta para hacer resurgir a una persona de sus cenizas.

"Cada persona tiene unos engranajes diferentes, y hay que tener el valor y la erudición suficientes para conectarlos correctamente."

" Lluvia De Verano "

 Observando, observando algo en el cielo, nosé muy bien el que...
Quizás la raiz del arbol de mis pensamientos, quizás, inconcientemente, me encuentre en la búsqueda de algo: de un sentimiento, de una sonrisa, de un sollozo, de un gesto cálido y amical, que me reconforte delante de tal vacuidad y futilidad humana.
Entonces me paro a pensar en la nulidad de la existencia, y en el hecho que un mínimo cambio en nuestro entorno, puede desatar unas complejas y arriesgadas consecuencias.
Miro el cielo gris de un verano cálido. Un cielo gris iluminado por unos claros de sol opacos y poco clarividentes, pero que de todos modos refuerzan su presencia dando una luz clara y blanca a éste mismo...
En ese instante de minimalidad y simplicidad humana, cuando parece que voy a caer en una espiral de Caos existencial...

¡ Lluvia de Verano...